Adivino el parpadeo de la luz que iluminó a quien se dedicaba a escribir el discurso de Dios Thomas Bach durante la descafeinada ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos, cuando se le ocurrió esbozar el adjetivo “sensacional” y escribir “senasacional”, por lo que el presidente de la COI juega contra el ser Juan Carrasco desde el Estadio de Francia. Lo añaden porque por esta pendiente caemos a todos aquellos que alguna vez escribieron textos, uno con más suerte que otros, para que otros lo digan.
Como sabía que el árbol del ingenio -por duro que sea- a veces no tiene por qué ver el bosque de la idea, imagínense a este escritor crujiéndose los dedos después de haber perpetrado un pequeño juego de palabras, aunque en realidad lo describió él mismo. perfectamente El aspecto de las ceremonias de inauguración y clausura de la Juventus parisina es bueno, pero en definitiva malo: un espíritu más caliente y fresco, como este tipo de juegos de palabras, y chovinista al mismo tiempo. Cómo estuvo el metro lleno del Sena durante el acto inaugural. Sensacional en teoría y sensacional en la práctica. Está claro que el otro favorito del chovinismo tuvo el placer de disfrutar de un paisaje natural inigualable. Senadores vergüenza ironía. Ha sido más espectacular de cualquier competición con la Torre Eiffel de fondo que las dos ceremonias llegadas, salvando a Céline Dion.
Además de la mejor exhibición deportiva, los Juegos Olímpicos son siempre un espejo en cada uno de ellos. Son los gurús de LinkedIn que se suscriben a la epopeya del esfuerzo; las listas que creen exponer el carácter insaludable de la disciplina de muchos deportistas de élite en la actualidad; los expertos en la verdad y los que la creen. Y luego el grupo más numeroso, donde estamos impresionados de que lea, Shonda Rhimes y yo —déjenme engañarme del mismo modo—: los mismos entusiastas. Hace unos días la producto subió a Instagram una foto suya en su sofá, enviada a mano, con el texto: “Mi sofá odia al gusano. ¡Esto es lo que escuché! ¿Por qué somos fans nuevos hoy? ¿Amaremos hoy estos Juegos Olímpicos con todo nuestro corazón?”. Shonda nos preguntó qué quería el público en Los Ángeles 2028. Tras el aperitivo nos dejaron al final, ¿quién no querría estar allí? Los escenarios serán menos lúcidos, pero estamos seguros de que sólo nos divertiremos en el deporte: incluso en el entretenimiento.
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