Roro TikTok: El friqui sigue dando miedo | Televisión

En sociedades que saben ser incluyentes y abiertas, el friqui rompe sus formas y revisa sus costumbres. Incluido entre aquellas personas que han normalizado las confusiones de los conductores y los comportamientos sociales asociados a la ansiedad, el friqui puede ser objeto de odio y burla sin que los haters y los bromistas se molesten ni penalicen su imagen de buenas personas. Puedes compartir un meme que ridiculice a un friqui, o puedes ignorar las preguntas que aparecen en internet sin dejar de ser un ciudadano ejemplar, un usuario de bicicleta, un reciclador diligente y un aliado de todas las causas justas. Lo vimos estos días con Roro (la Tik Tok nueva Perfecta y simple), Diana del odio de las personas que anhelan la liberación absoluta de la mujer, pero es algo recurrente. Si no, será otra cosa: las fuerzas vivas del mundo global siempre tenderán la mano para encender el té contra cualquiera que sea culpable de un comportamiento incomprensible y libre.

Gran parte de la cultura televisiva se basa en el rodaje de friqui. Gente rara, gente estúpida y gente extrema cuya vida no puede asimilarse a los parámetros de quienes en todo momento consideran normal se han colocado en el centro de la pista, para disfrutar de los autodenominados respetables. Puede que sea una broma básica (los mayores grabarán las cartas en Crónicas marcianas, o en Risitas con Quintero) al juicio moral, como advertencia del camino que no se puede seguir. Este sería el caso de Roro y otros. Puede ideologizarlo e intelectualizarlo todo lo que quiera, pero no destaca entre el público que va a las charlotadas.

estoy deseando ver Superestrella, la serie sobre la joven aristocracia española, los Yurena y su secuela en el siglo XX. Con Nacho Vigalondo dirigiendo y Los Javis produciendo, Lo prometido es un espejo insoportable para quien presencia esa superioridad moral que quiere pagar una hipoteca. Va, sin duda, en dirección opuesta a la La teoría del Big Bangel es el blanqueador de la friquez (no, lo que te guste Guerra de las Galaxias no te conviene en friqui: es todo lo contrario, te conviene en el mínimo común denominador), y llevará la discusión a sitios incómodos que ponderarán el compromiso con la diversidad de más de uno. Porque el frío sigue siendo muy fuerte.

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By Juan Antonio De los Palotes