Si aceptamos que la inteligencia artificial permea ya de manera significativa en numerosos aspectos de nuestras vidas, no podemos dejar de observar que la educación tampoco queda exenta de este impacto transformador. La X edición de la conferencia QS Reimagine Education, celebrada esta semana entre los amplios y luminosos pasillos de la Universidad Khalifa en Abu Dabi (Emiratos Árabes), se erigió una vez más como un foro global donde explorar el vínculo entre la evolución tecnológica y la pedagogía moderna, reconociendo y premiando las prácticas más innovadoras y con un mayor impacto social.
El desarrollo cada vez mayor de tecnologías como la IA, sin embargo, no solo representa un sinfín de oportunidades, sino que también surgen no pocos peligros relacionados con aspectos como la privacidad, la propiedad intelectual o el enfoque sesgado de herramientas de IA generativa como ChatGPT; riesgos que han impulsado la primera ley de inteligencia artificial del mundo, recientemente aprobada por la UE.
Por eso, entre el crisol de figuras destacadas que se dieron cita en la reciente conferencia de QS, llamó especialmente la atención la presencia de Anant Agarwal, cofundador de la plataforma de educación online edX. Sentándonos él, exploramos las perspectivas y desafíos que acechan en el horizonte educativo en la era de la inteligencia artificial.
Pregunta. ¿Dónde quedan el humanismo ante el progreso de tecnologías como la IA generativa?
Respuesta. En el pasado, nos hemos centrado en gran medida en habilidades tecnológicas como la programación, la ciencia de datos o la ciberseguridad, ya que hoy en día la mayoría de los empleos se encuentran en esos campos. Con la llegada de la inteligencia artificial, ahora es aún más importante que comencemos a centrarnos también en habilidades humanísticas como el pensamiento crítico, el trabajo en equipo, la negociación, la lectura, la escritura o la narración, entre otras.
La inteligencia artificial puede ser de gran ayuda en la programación, pero la parte en la que los humanos seguirán destacando, y con la que la inteligencia artificial tendrá dificultades para competir, será la relacionada con emociones como la empatía y creatividad.
P. Pero si hay algo que nos han mostrado herramientas como ChatGPT o Dall-E es que pueden crear contenido creativo en apenas unos segundos…
R. Pero la creatividad radica en las preguntas que les haces a estas herramientas; debes ser creativo. Te daré un ejemplo. En octubre pasado, hubo un festival religioso en Boston dedicado al dios elefante, Ganesha, y un amigo mío quería algunas imágenes de él. Él es muy creativo y quería un pequeño ratón junto al dios haciendo esto o aquello… Siguió probando diferentes cosas con DALL-E hasta obtener lo que quería; tenía una visión y hacía preguntas basadas en ella. Y eso es lo que nos diferencia, porque los seres humanos tenemos una visión.
P. La necesidad de aprendizaje continuo (o lifelong learning) es un hecho que pocos dudan ya. ¿Qué papel cree que tendrán las microcredenciales de cara al futuro?
R. El aprendizaje continuo es el futuro. Nuestro sistema educativo es tan antiguo que fue diseñado para una época en la que las personas no vivían mucho tiempo. Pero supongamos que, hoy en día, obtengo un grado universitario a los 22 años. La generación actual vivirá hasta los 90, 100 o incluso más. Y como los campos cambian tan rápidamente cada 10 o 20 años, las posibilidades de que esa educación sea suficiente para toda mi vida son muy bajas.
Por eso, necesitamos avanzar hacia una cultura en la que nos convirtamos en estudiantes permanentes; pero también necesitamos credenciales para eso. ¿Cómo le muestro a un empleador lo que he aprendido? Dado que ya tengo un título, no tiene sentido obtener otro; un título lleva de tres a cuatro años, y cuando estás trabajando y tienes una familia, la posibilidad de regresar a la universidad durante tanto tiempo es nula.
Ahí es donde surgen las microcredenciales: programas que puedes completar rápidamente; cursos como microbachilleratos y micromásteres o certificados profesionales basados en habilidades que puedes adquirir en tres o cuatro meses. Por ejemplo, si tengo una licenciatura en Ingeniería, es posible que desee conseguir un trabajo en programación en Python para IA. No necesito otro grado, solo esa habilidad específica y su certificación.
P. ¿Cómo ve el papel que están desarrollando a este respecto las instituciones educativas tradicionales?
R. Las universidades avanzan muy lentamente. He sido profesor en el MIT durante 36 años y todo lo hacemos por consenso; nos movemos muy lentamente. Sin embargo, estos cambios ciertamente han sido adoptados muy rápidamente por plataformas como edX. Pero hay que recordar que muchas universidades y empresas se han asociado con nosotros para ofrecer estas credenciales. Tenemos docenas de universidades colaborando con nosotros en bootcamps porque, al final del día, los estudiantes siguen confiando en las credenciales universitarias. Y así, al asociarnos con universidades, les estamos ayudando a crear las nuevas microcredenciales.
P. Su plataforma es de código abierto. ¿Pueden replicarla otras instituciones?
R. Sí, nuestra plataforma es de código abierto. Eso significa que cualquier universidad u empresa puede adoptar edX y lanzar sus propias credenciales de forma gratuita en nuestra plataforma, incluso si no son socios nuestros.
Cuando algo que haces puede beneficiar a toda la humanidad, creo que es muy importante que esté al alcance de todos. Nosotros colaboramos con alrededor de 250 instituciones, pero hay decenas de miles en todo el mundo. Por ejemplo, en Jordania, la Fundación Reina Rania adoptó open edX y creó Edraak, el primer portal de MOOCs (cursos abiertos, masivos y gratuitos) para el mundo árabe. Y en Francia lanzaron France Université Numérique, que utiliza open edX. Así que estas plataformas que están surgiendo en todo el mundo se basan en código abierto y todas contribuyen a ese código.
P. ¿Qué otros beneficios tiene el código abierto?
R. Con el código abierto, todos tienen la oportunidad de ver cómo es. Así que, si tienes algún problema (por ejemplo, fallos de seguridad), como muchas personas lo están examinando, los problemas pueden ser eliminados más fácilmente. Y eso sucede así porque muchas personas están revisando el código. Y lo mismo sucede con toda la IA; debería ser de código abierto.
P. ¿De qué manera impactará la IA en la educación?
R. Permíteme ser claro, la inteligencia artificial nos beneficiará a todos. En educación, puede ayudar tanto a los estudiantes como a los profesores; puede ayudar a los profesores a crear conjuntos de problemas más fácilmente y diseñar simulaciones, proyectos o programaciones. Una de las partes más difíciles de la enseñanza es crear buenas preguntas para las tareas y los exámenes, y la inteligencia artificial puede convertirse en un asistente muy eficaz para ello.
P. ¿Debería ser el aula invertida el nuevo estándar de la educación?
R. El aula invertida es un estilo particular de aprendizaje mixto, que para mí se está convirtiendo rápidamente en el nuevo estándar de la educación. Con él, se combina lo presencial con lo online, y cada vez más universidades adoptan ambas modalidades. Ya es difícil encontrar un curso que no tenga algún componente en línea.
Las clases invertidas son una forma de llevar a cabo un aprendizaje mixto, pero hay muchas otras. En una clase invertida, no hay conferencias: los estudiantes ven vídeos y luego vienen a clase para resolver problemas. En el MIT, tuve un colega que hacía lo contrario. Daba conferencias, y luego los estudiantes resolvían problemas y realizaban sus tareas en línea.
P. ¿Está plenamente justificado el entusiasmo en torno al metaverso?
R. Hace unos años, se produjo mucho entusiasmo en torno al metaverso. Sin embargo, creo que el ciclo de exageración ha terminado y ahora creo que las personas deben trabajar duro para incorporar la realidad aumentada (AR) y la realidad virtual (VR) en lo que hacen. En educación, por ejemplo, se ha utilizado algo de AR y VR, pero no mucho, y me gustaría ver mucho más.
Con la educación en línea, pudimos aumentar el acceso a la educación para todo el mundo. Lo que la inteligencia artificial puede hacer ahora es personalizar el aprendizaje para cada estudiante. Pero la personalización puede resultar muy solitaria, y ahí es donde entrar el metaverso, creando comunidades virtuales y permitiéndoles interactuar entre sí. Sí, todos tienen que usar auriculares, lo cual es un poco incómodo y antiestético; pero yo podría estar en India, tú en España y otra persona en Boston, y todos podríamos interactuar en un espacio común.
P. ¿Qué opina de la regulación de la IA recientemente aprobada en la UE?
R. Es muy importante utilizar la inteligencia artificial de manera responsable. Los gobiernos están reflexionando al respecto, lo cual es positivo. Pero al mismo tiempo, demasiada regulación demasiado pronto puede sofocar la innovación, así que debemos asegurarnos de permitir que la esto no suceda. Necesitamos encontrar un equilibrio entre la innovación y la regulación.
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