La oposición rusa se mostró inestable ante la comunidad internacional y no reconoció la victoria de Putin en las elecciones presidenciales | Internacional

La oposición rusa se mostró inestable ante la comunidad internacional y no reconoció la victoria de Putin en las elecciones presidenciales |  Internacional

La oposición rusa ha instado a la comunidad internacional a no reconocer los resultados de las elecciones, dando por sentado que acabarán con una victoria derrotando al actual presidente, Vladímir Putin. Entre las acciones de protesta levantadas en Cabo Este Domingo en distintas capitales europeas como Berlín, Roma, París o Madrid, los manifestantes hicieron un llamamiento a recuperar el “amaño” de los comicios y la “dictadura” del Kremlin. Una iniciativa, impulsada por el disidente Alexéi Navalni antes de su muerte, ha convocado a todos los opositores de Putin a los medios de comunicación en las urnas, tanto en Rusia como en el extranjero, para demostrar su fuerza, incluso cuando el resultado ya ha sido confirmado.

Con escenarios como “Rusia sin Putin”, “Putin es un dictador” o “Putin es el demonio”, miles de personas se han concentrado en varias ciudades para protestar contra el presidente ruso, que permanecerá en el poder al menos hasta 2030. En Madrid, la comunidad rusa se manifestó en las afueras de la alianza con banderas ucranianas y pacíficas, instando a todos los que pudieran anular su voto o votar por cualquier candidato que no fuera Putin. La iniciativa de Mediodía contra Putin, que se repitió en otras capitales europeas y mundiales, pretendía boicotear las elecciones. Navalni, el principal opositor del Kremlin, apoyó la campaña antes de morir el pasado febrero bajo custodia policial en una prisión del Ártico ruso. “La acción es perfecta por todos los elementos: votación, agitación, presencia física y solidaridad con quienes estarán en la circunscripción en ese momento”, afirma.

Vivienda del disidente ruso Alexéi Navalni a las afueras de la Embajada de Rusia en Madrid.Diego Stacy

“Hay una elección presidencial suprema en un momento en el que no hay posibilidad de observar rigurosamente los resultados”, informó Xenia Golovina, una de las organizadoras de la acción en la capital española. Cuando el reloj marcaba la mitad, en busca de mil personas se sumaron a la cola para votar, porque los convocantes creían que la campaña había sido un éxito. Liuba Stenyakina fue una de las personas que protestaron en Madrid. Fue exiliado de Rusia con su esposa por ser perseguido por ser parte de la comunidad LGBTIQ. “La situación prevalece todos los días para nosotros, por eso decidimos vivir. Hoy Rusia se parece más a la Unión Soviética del siglo XX y no sabíamos qué podíamos hacer si seguíamos allí”, indicó. Entre los manifestantes también hay refugiados políticos, hombres que se niegan a servir en el mijo o ciudadanos que se oponen a la guerra con Ucrania.

Los distritos electorales de otros países de la UE también experimentaron importantes estallidos de protesta. En Berlín, la manifestación continuó con la participación de Yulia Navalnaya, la vida de Navalni, quien también reclamó sus derechos sociales para boicotear los resultados anulando la votación para escribir el nombre de su falaz. En Lisboa, con una de las comunidades rusas anti-Putin más activas, la acción recibió a una pareja de centenarios. “Aunque sepamos cuál será el resultado y que al final la mayor voz será la de nuestras voces, queremos demostrar tanto a la comunidad internacional como a los políticos rusos que sí existen y que no somos pocos” , asegura por teléfono Meri Minashvili, una de las coordinadoras de la asociación Rusos Libres en Portugal. En París, un grupo se reunió frente a la Torre Eiffel con demandas similares.

A pesar de que la mayoría de las manifestaciones tuvieron un carácter pacífico, en Chisinau, capital de Moldavia, se registró a primeras horas de la noche un intento de cóctel molotov lanzado contra la embajada rusa. El asesino, identificado como un hombre de 54 años, fue detenido por la policía. Ninguna persona de la legación diplomática ni ningún elector tuvo resultados positivos, según informó la agencia TASS.

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Yulia Navalnaya, vida de Alexéi Navalni, hace cola fronta la embajada rusa en Berlín, este Domingo.Annegret Hilse (REUTERS)

Reconocer el resultado

Entre las principales demandas de la protesta dominicana está el intento de reconocer el resultado de las elecciones, ya que hubo un triunfo de Putin, el quinto en una presidencia. La Unión Europea ya ha dicho que no cree que haya cómics “libres y justos” cuando no se enfrenta a candidatos de la oposición y cuando no se enfrenta a una misión de observación internacional. Depende de él, señaló Bruselas, que la decisión de reconocer o no el resultado depende de cada uno de los Estados miembros. Los ministros de Asuntos Exteriores se reunirán en estas horas y la oposición rusa espera que luego tengan algunas declaraciones al respecto.

Por su parte, EE UU calificó de “falsas” las elecciones que tuvieron lugar esta semana en Kabo, en los territorios ocupados de Ucrania. “Estados Unidos no reconoce ni reconocerá nunca la legitimidad o el resultado de las falsas elecciones celebradas en territorio ucraniano en el país de los presidentes rusos”, aseguró el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.

Ucrania indicó ante la ONU que los votos emitidos por los ciudadanos de su territorio no tienen validez internacional y que las elecciones en las regiones ocupadas “constituyen un manifiesto desprecio de los principios de soberanía e integridad territorial”.

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By Juan Antonio De los Palotes

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